La concienciación por la conservación del medioambiente por una parte y el intento de ahorrar gastos –y tiempo- ha contribuido a que, especialmente en las ciudades, se hayan incorporado a nuestro día a día nuevos modelos de movilidad. Cada vez es más frecuente ver gente desplazándose en patinetes eléctricos hasta el punto que en las grandes ciudades ya se pueden utilizar de forma similar al de carsharing –otro modelo que llegó para triunfar y que permite alquilar vehículos por un tiempo limitado dentro de un perímetro delimitado- por lo que se incrementan las facilidades para utilizar este nuevo ‘medio de transporte’.
Sin embargo, pese a su éxito, la regulación sobre su uso se reduce a las distintas normativas locales que algunas ciudades han implementado, sin homogeneidad entre las mismas y sin haber de momento, una regulación a nivel estatal. Esta misma semana, la DGT se ha comprometido a trabajar en un reglamento sobre los patinetes eléctricos tras el primer fallecimiento de una persona atropellada por patinete eléctrico. Se espera que la DGT regule el uso de los patinetes eléctricos para que circulen a una velocidad máxima de 25 km/h, nunca por las aceras y que los usuarios, sin tener que obtener un permiso concreto para el uso del patinete, puedan ser sometidos a pruebas de alcoholemia y drogas. Rafa Soto, CEO de Ecodriver –plan integral de Seguridad Vial Laboral- ha señalado que “A falta de una regulación estatal, es necesario que impere el sentido común: la velocidad excesiva o el consumo de alcohol y drogas influye negativamente en la conducción, aunque se trate de un vehículo de movilidad personal como el patinete eléctrico’.
Las bicicletas eléctricas y su uso compartido también han proliferado en las grandes ciudades, por lo que el resto de conductores también han de respetar las distancia mínima para poder adelantarles.
Por otra parte y con el fin de reducir las emisiones de CO2 en muchos núcleos urbanos se han delimitado tanto la entrada de vehículos como la velocidad a la que se puede circular en determinadas áreas, delimitándola en la mayoría de los casos a 30 km/h. En el caso de Madrid Central, el acceso a la zona delimitada se reduce como norma general a residentes, vehículos de prioridad, taxis y vtc, así como los que lleven los distintivos medioambientales menos contaminantes.
Ecodriver aboga por una conducción que sea respetuosa con el medioambiente, eficiente y responsable con la Seguridad Vial de todos los que circulan por la vía: vehículos de cualquier tipo y peatones. Es decir, el modelo de #elconductordelsiglo21. Rafa Soto lo ha explicado que ‘La concienciación y la responsabilidad de todos con el medioambiente es la mejor manera de preservar nuestro futuro común. Una conducción irresponsable o poco eficiente no favorece ni a la Seguridad Vial ni a cuidar lo que nos rodea”’.
De esta forma, #elconductordelsiglo21 conduce desde el respeto hacia los demás y hacia el medioambiente, no solo teniendo en cuenta la normativa en vigor, sino integrando en el día a día comportamientos que contribuyan a la Seguridad Vial, una conducción más eficiente y a la movilidad. Y desde este marco, incorporar las nuevas formas de movilidad que puedan favorecer a reducir las emisiones de CO2.
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